La moneda de la acción
En esta sociedad donde
impera el dinero en la que vivimos en ocasiones nos olvidamos que nuestra
moneda de cambio más importante son nuestras acciones. Pagamos con ellas todos
los días a nuestros allegados y no tan allegados. Por lo tanto, debemos tener
en cuenta que nada es gratis o regalado pero que no todo tiene un precio
inalcanzable.
Podemos pagar el precio
estipulado, es decir dar a cambio lo mismo que nos dan a nosotros y esa es la
manera más correcta de utilizar la moneda de la acción. Habrá ocasiones en las
que regatear y conseguir pagar con nuestras acciones un valor menor del
inicial; habrá ocasiones en las que tengamos deudas con nuestra gente y debamos
pagarles con intereses; e incluso habrá ocasiones en las que queramos timar o
usar una falsa moneda lo cual, salvo que seas un profesional del tema, siempre
te pillarán y acabarás sufriendo las consecuencias. Al fin y al cabo, si
queremos hacer un mal a alguien o a nosotros mismos siempre recibiremos un mal
resultado a no ser, como he dicho anteriormente, que seas muy experto en el
tema y consigas atacar con la misma destreza que un ladrón atracar sin ir a la
cárcel.
Por lo cual, debemos
utilizar nuestra más valiosa moneda que es la acción de forma justa y honrada
ya que siempre obtenemos lo que deseamos si estamos dispuestos a pagar el
precio demandado por ello y siendo nobles, ya que queremos evitar que se vuelva
en nuestra contra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario