¿Qué esperabas hombre?
¿Qué esperabas?
¿Que te recibiera dócil
con mis mejores galas?
Cuando tú me insultas.
Cuando tú me atacas.
Sí,tú, ¿qué esperabas?
Lo que guardo de ti
no es más que añoranza.
De nuestros viejos
tiempos.
De nuestras andanzas.
Cuando creía conocerte
y estaba enamorada.
Cuando todavía había
luz de amor en tu alma.
No este ardor de pasión
tan sólo fuego en la
cama.
Gestos, caricias dulces
y las bonitas palabras.
Que se pudra tu sed.
Que se pudra tu alma.
Y si me hago
independiente
y si mi voz dura se alza,
cambia el tono lastimero,
feminazi ahora me llaman.
Ofende mi fuerte libertad
y mi nueva "extravagancia".
De individuos que sueltan
piropos rasos en frases
raras.
Que ofenden y
discriminan.
Que a una mujer le
marcan.
A la sexualidad se lanzan
como dagas sus chanzas.
Quizás tras una denuncia
Que, sin más, tomen por
falsa,
me pueda alejar y evitar
tus más sucias puñaladas.
Y si tus manos puedan
tocar
mi cuello y pálida piel
alba,
que clamen por el azul cielo
mis más sinceras
alabanzas
a jóvenes de oídos inocentes
y de labios aun
escarlata.
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