Cristalina crisálida mariposa amapola
sin poder pasar de las juntas de la jaula.
Pico de fénix,
Notas célibes.
Lágrimas de mito,
Ungüentos benditos.
Deslizándose entre heridas.
Su salitre sanándolas cicatriza.
Mustias marcas marchitas
Por salir de la guerra invicta.
Para el alma y el karma
En la carmesí alborada.
Un tornado
Enredando
Ansias y nervio
hollín y fuego.
Tormenta de ceniza
Que en tu hogar anida.
Dorado ave fénix, naranja
Me alzaste alto a las nubes
A ellas, de plata, me subes.
Sobre ti volando, a horcajadas
A mi hogar de nuevo me bajas.
Salvada por una esperanza alada.
Lección de un nuevo principio
De un nuevo desenlace aviso.
Pues con tinta tacharé parrafadas.
Sobre mesa de madera
En hojas blancas,
Entre las paredes de piedra,
Cambiaré la trama.
Con mi labio escarlata
De cereza perlada
En tu suave palma
Mi beso te di, grata.
Rompiste cadenas
Pálidas de marfil
Tus llamas las penas
Volvieron frenesí.
Desenfrenada la loca euforia en éxtasis
de libertad y gloria.
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