En horas intempestivas
Tu mirada altiva
Me cautiva
Y mi cuerpo confía
Que tu rostro sonría
Que el ruido que hastía
Desemboque en la ría
De lo prohibido, de lo que había.
En horas intempestivas
En medio del insomnio, tan viva
En medio de sentimientos que se
materializan.
En medio de tantas historias que se
inician
Que mi alma toma por bandera que iza.
Y austera, tomo por trinchera, tu pupila
pervertida.
Al compás de unos acordes por componer,
divertida.
Obcecada omito lo obvio con rabia sin odio
que no rima.
En la punta de un pincel por envainar en
el lienzo el artista.
De imágenes que son palabras esgrimiendo
una lista
de virtudes de un hombre de hambre voraz y
feminista.
Con el verso que se transforma en beso sin
prisa
Llámame intensa, soy secreto mudo en un
silencio grita.
Llámame auténtica aunque mi verdad esté
escondida.
Que aumenta, que sustenta la imagen a cada
sílaba.
Párrafos interminables, frases sin freno en frenesí de la dichosa dicha.
En este poema del que ya conoces el tema
cada vez crece y cicatriza
Los
estragos de tu genio, de tu belleza, de tu alma que brilla amiga.
En horas intempestivas,
Te hago un hueco en mi vida.
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